Este 11 de diciembre, el Pleno del Congreso aprobó la ley para regular al cannabis para uso industrial, rechazando todas las observaciones hechas por el gobierno de Dina Boluarte.
Al gobierno de Dina Boluarte tampoco le gusta esto. Rechazando todas las observaciones del Ejecutivo, el Congreso de la República del Perú aprobó, este 11 de diciembre de 2024, por insistencia, la Ley del Desarrollo Agrícola del Cáñamo para Uso Industrial.
Esta norma busca regular el cultivo, procesamiento y comercialización del cáñamo, una variedad de cannabis con menos de 1% del psicotrópico delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) destinado a usos industriales como textiles, alimentos y cosméticos. La ley fue aprobada con 91 votos a favor, 4 en contra y 6 abstenciones, tras una presentación en la que no hubo debate porque todos los parlamentarios participantes estuvieron de acuerdo.
El dictamen aprobado establece al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) como la entidad responsable de supervisar y regular las actividades vinculadas al cáñamo. Además, enfatiza la prohibición del uso combustionado y promueve la fiscalización en todas las etapas de producción.
La ley también incluye disposiciones sobre el Código Penal. Aunque el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjusdh) había señalado en su Memorándum N.º 214-2022-JUS/DGDNCR que el cultivo de cáñamo no constituye delito, el dictamen aprobado añade una cláusula que excluye explícitamente al cáñamo de las sanciones previstas en el Artículo 296-A, relacionado con la comercialización de estupefacientes.
Anteriormente, expertos como Eduardo Pinto Manrique, químico farmacéutico con experiencia en regulación de cannabis en Estados Unidos, consideraron que es necesaria una regulación integral de todos los tipos de cannabis con leyes que guarden coherencia normativa. Por otro lado, abogados penalistas han advertido sobre la necesidad de mayor precisión para evitar confusiones en la aplicación de la norma, especialmente por la modificación del Código Penal.
Cabe resaltar que esta ley se ha aprobado en un proceso en el que participaron miembros de la academia, profesionales de la salud y cultivadores, quienes mostraron consenso en la necesidad de permitir las actividades con cáñamo y pidieron que la propuesta sea más viable y menos restrictiva que la Regulación Medicinal. Como se recuerda, con el Reglamento de la Ley de Cannabis para uso Medicinal, solo se ha otorgado 1 autorización de cultivo y no hay ninguna producción nacional en los más de siete años que han pasado desde que se promulgó la Ley 30681.
Con la aprobación de esta ley, el Perú da un paso importante hacia la regulación de un sector industrial con amplias posibilidades, pero aún enfrenta el reto de implementar un marco normativo integral que contemple las necesidades del agro y de las industrias derivadas.
El principal problema para la implementación de las leyes cannábicas en Perú es la resistencia de los ministerios de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), Interior (Mininter) y Salud (Minsa), los que se han opuesto a la regulación del cáñamo desde el 2019, cuando se dispuso que el cultivo e industrialización de esta variedad de la planta de cannabis sea a través del Midagri. Además, entre el 2021 y 2023, aprovechando la modificación del Reglamento de la Ley de Cannabis Medicinal, por la inclusiónd del Cultivo Asociativo, estos ministerios eliminaron la denominación "cáñamo" del Reglamento y obligaron a que se tenga que impulsar esta Ley del Cáñamo.
Los proyectos de ley sobre cáñamo fueron presentados por los congresistas Arturo Alegría, Luis Aragón y Rosangella Barbarán.
Beneficios del cáñamo
El cáñamo es una materia prima versátil que puede transformarse en una amplia gama de productos, incluyendo textiles, alimentos, cosméticos, bioplásticos, materiales de construcción y papel, entre otros. La diversificación de productos derivados del cáñamo no solo abre nuevas oportunidades económicas, generando empleos y fomentando la innovación industrial, sino que también aporta beneficios ambientales significativos.
El cultivo de cáñamo es sostenible, requiere menos recursos hídricos y pesticidas que otros cultivos, y contribuye a la captura de carbono, lo que ayuda a mitigar el cambio climático. Asimismo, la utilización del cáñamo en la industria reduce la dependencia de materiales no renovables, promoviendo una economía más verde y resiliente.
Comments